top of page
  • Foto del escritorJuan Torrado

Salud del ciclista. Estudio biomecánico y Test de esfuerzo. 2 elementales del ciclismo popular / Juan Torrado.


La bicicleta es un artilugio fascinante, el invento más eficiente del ser humano y que nos permite salvar distancias sorprendentes y recorrer lugares impresionantes sólo con la fuerza propulsora de nuestras piernas.


Tanto es así que allá por 1903 a Henry Desgrange ya se le dio por pensar que se podría rodear todo un país en unas pocas semanas subido sobre una bicicleta… así nació el Tour de France.

Gino Bartali cambia su desviador Campagnolo Corsa durante el Tour de Francia de 1948




La innovación y la capacidad de desarrollo del ser humano es increíble y en poco se parecen ya las bicicletas actuales a aquellas pesadas máquinas. 





A lo largo de este “viaje” dos hombres destacan de forma especial en el cuidado del más mínimo detalle en busca del máximo rendimiento en el mundo del ciclismo profesional, y cada uno en su época con nombre propio: el español Manolo Sainz, director del equipo ONCE y Dave Brailsford quien aplicó su teoría sobre los “marginal gains” (ganancias marginales) al equipo británico de pista que sorprendió en los JJOO de Atenas 2004.


Hoy día el avance tecnológico ha puesto algunos de los medios con los que cuentan los mejores deportistas del mundo cerca del alcance de cualquiera… vamos a prestar atención a dos herramientas fundamentales, muy potentes y al alcance de cualquiera, y valorar su utilización en deportistas populares (recreacionales, cicloturistas, máster, etc…).


El estudio biomecánico.


Aquí también vamos a mencionar dos nombres propios: Cyrille Guimard y Bernard Hinault. En mi opinión con ellos nace lo que hoy solemos identificar como “biomecánica” en el ciclismo.

Las bicicletas eran fabricadas en serie y en medidas estándar. Guimard, ya en su época de director deportivo, revolucionó el ciclismo desde el equipo Gitane y alcanzó un gran éxito mediático a través de la colaboración tecnológica que realizaron con su patrocinador Renault, quienes contaban con la gran infraestructura de su equipo de F1.


Esta colaboración no sólo tuvo un gran éxito mediático en Francia sino que pronto comenzó a dar frutos en forma de modificaciones en la fabricación de las bicicletas de competición que, por vez primera, tendrían en cuenta la fisionomía del deportista.


¿Puede haber imagen más chula que esta de Hinault en plena cronoescalada luciendo el “Maillot Jaume” y unas míticas “RayBan aviator”?

Y ahora vamos con el papel de Bernard Hinault. El francés mostraba unas cualidades físicas impresionantes y llegó a ser uno de los mejores ciclistas de la historia, pero su carrera estuvo a punto de verse frustrada por una “simple” lesión de rodilla.


Afortunadamente “el Tejón” contaba con la implicación de Guimard. Juntos dieron con la solución al problema de Hinault y por primera vez en el pelotón ciclista profesional aparecieron los “pedales automáticos” que salvaron la rodilla y la carrera de Hinault y revolucionarían el mundo del ciclismo para siempre.





Hablábamos antes de la colaboración de Renault F1 y Gitane. El mundo de la alta competición funciona así: las grandes marcas invierten grandes cantidades de dinero y luego pueden comercializar algunos de esos avances: tu coche lleva ABS gracias a Frank Williams y tu bici pedales automáticos por obra y gracia de la rodilla de un francés.


Todo este desarrollo tecnológico sobre la bici ha alcanzado cotas increíbles y las herramientas que existen hoy al alcance de cualquiera ofrecen una infinidad de posibilidades, pero para hablar de ello de manera esquemática pero bien fundada vamos a contar con la opinión experta de…


Augusto Mosquera Di Napoli, Biomecánico en Biomecánica San Lázaro.


Y para ir al grano lo que nos interesa saber es en qué nos puede ayudar un estudio biomecánico. Según palabras de Augusto: “Quizá lo más importante y es por donde debería empezar todo ciclista es la elección correcta de su bicicleta. Es la piedra fundamental, elegir una geometría adecuada según sus características físicas, necesidades, hábitos, etc. Desde luego acertar con la talla... Estos dos puntos nos van a permitir ajustar la bici de forma que se consiga una posición cómoda y eficiente a la vez que una conducción ágil y segura”. Y aquí nos podemos permitir añadir que con el precio actual de las bicicletas equivocarse en esta elección puede salir muy caro.


“Luego, aunque todos los puntos de la bici son importantes, quizá la elección de un sillín que nos permita realizar los apoyos de una forma adecuada. Siempre claro colocado de forma correcta”. Nos comentaba Augusto <a micrófono cerrado> que mucha gente se sorprende de lo mal sentados que iban en su bici antes del estudio.


“La correcta colocación de las calas es fundamental para evitar lesiones y quizá es donde más errores se comenten. Al igual que cambiarlas cuando se desgastan”, que sí, que no traen fecha de caducidad pero no son para siempre.

“El ajuste de manillar y manetas también es importante, nos afecta tanto al confort como a la conducción”.


Como hemos visto la correcta elección de la bicicleta es un primer paso fundamental para cuidar nuestra salud y alcanzar el máximo rendimiento. Pero en el cuerpo humano son incontables los factores que pueden afectar al rendimiento o desencadenar en algún problema de salud, y muchos de esos parámetros que nos quedan por medir los vamos a tratar en el siguiente punto:


La prueba de esfuerzo.


Por continuar incluyendo nombres históricos, Otto Fritz Meyerhof fue un fisiólogo alemán de origen judío que tuvo que huir a EEUU a causa de la persecución nazi.

Desde que este hombre comenzó a subir atletas a un cicloergómetro sabemos que cuando una contracción muscular se produce en presencia de O2 se desprende lactato y que este se metaboliza después en CO2 y agua. ¡Ojo que estamos hablando de 1960!


Los límites del rendimiento físico en el ser humano se ponen a prueba en cada carrera ciclista y son, en muchas de las ocasiones los que van a marcar la diferencia entre el ganador y los demás. Estamos hablando de los límites del rendimiento en todas sus manifestaciones: fuerza, resistencia, velocidad de reacción… 


Los medios tecnológicos al alcance de los grandes equipos para medir estos límites llegaron a su máximo exponente mediático quizá durante la época dorada de Chris Froome bajo las órdenes del antes mencionado Dave Brailsford en el equipo Sky. La imagen del británico de origen keniata con la mirada fija en su ciclo computador fue tema de conversación en todas las tertulias ciclistas… y quizá también acrecentó el sentimiento de impotencia de sus rivales.


Décadas de investigación y evolución tecnológica han hecho que a día de hoy podamos conocer al más mínimo detalle todo cuanto acontece dentro de nuestro organismo a través de una prueba de unos pocos minutos en cuanto a todo lo relativo a la producción de energía durante el esfuerzo, pero no sólo eso, podemos conocer y descartar también múltiples factores de riesgo o que requieran de cierto control y que de otra forma no podemos llegar a detectar, pero de enorme importancia.


En el pelotón de veteranos gallego recordamos cada año a un viejo amigo en las carreteras de Sigüeiro. Fernando Abad nos dejó de forma tan cruel y prematura como inesperada y… perdón, ¡este año disputaremos el Campeonato Galego para tí compañero!


Incluso los deportistas más en forma y más controlados del mundo pueden sufrir accidentes cardiovasculares graves y como muestra reciente también tenemos el ejemplo de Sonny Colbrelli, quien nos dio un gran susto en la primera etapa de La Volta ´22 viéndose posteriormente obligado a abandonar el ciclismo.




¿Qué puede valorar más hoy en día el bueno de Sonny?


También hace unos días hemos sabido que el triple campeón mundial Peter Sagan acaba de ser intervenido quirúrgicamente para corregir una cardiopatía que se había manifestado con varias taquicardias.


Una prueba diagnóstica está a día de hoy al alcance de todos y, teniendo en cuenta que te puede salvar la vida, vamos a contar con la opinión de otro experto en esta materia para conocer un poco más en detalle qué podemos conocer a través de una prueba de esfuerzo…


Diego Fernández es Coordinador de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del SERGAS y responsable de Cardio Baiona.



Que desgracia! con lo sano que estaba quien me mandaría a hacer deporte”, un gran titular que nos deja Diego de entrada con un toque de ironía. Y es que según nos cuenta muchas de las cardiopatías detectables “si llevásemos una vida sedentaria pasarían desapercibidas y terminarían dando la cara mucho más adelante, este aspecto sería positivo dado que el deporte nos permitiría detectar un problema antes de que sea demasiado tarde y corregirlo”.


“Según la edad del sujeto hay más posibilidades de ciertas alteraciones que de otras. En menores de 35 años lo fundamental sería poder descartar al menos la cardiopatía hipertrófica, un síndrome del QT largo, una estenosis o insuficiencia valvular, un Wolff Parkinson White y si se pudiese una displasia arritmogénica”.


“En mayores de 35 años la patología isquémica coronaria comienza a hacerse prevalente. Las personas sedentarias se suelen infartar a partir de los 40 - 45 años. pero es que los deportistas llevan al corazón a momentos de isquemia que un sedentario no se acerca ni por casualidad, es decir que el sedentario cuando infarta ya tiene una enfermedad más avanzada, el deportista al estar tocando intensidades altas con menos enfermedad, si no está todo bien, pues se nota”. 


Estamos hablando con un profesional que, obviamente ve muchos casos de cardiopatías en su día a día y quizá quien nos esté leyendo pensará: ¿qué pasa si me miro y me encuentras algo?


“Si se detecta alguna anomalía no es el fin de nada ni de nadie, al contrario es una oportunidad de corregir ese defecto y luego en la medida de lo posible retomar la actividad… tengo múltiples casos a nivel personal: colocar un stent y que al año siguiente el paciente preparase la maratón de Valencia y la acabase, o una chica a la que le detecté una arritmia por reentrada, la envié a ablación y fue Campeona Gallega de Maratón, a un copiloto de Rally al que le detecté un aneurisma de aorta, se operó y ha vuelto a competir, etc”.


Hemos tratado de resumir aquí una ingente cantidad de conocimiento que procede de la experiencia en la más alta competición y hoy está a tu alcance y con dos enormes profesionales, mil gracias a ambos. Estas dos áreas son ya, como anunciaba el titular: 2 elementales del ciclismo popular y quiero pedirte que lo tengas en cuenta.


La bici te da vida, algunos como yo se la debemos directamente. Úsala y disfrútala con salud y buena compañía.



Juan Torrado, preparador físico y técnico en fisiología deportiva, responsable de ”BTS rendemento saudable” y autor también del blog “A Navalla de Botis” que puedes leer en Purociclismo.es 





bottom of page